COMENTARIO POLÍTICO DE GUILLERMO YEBER RODRÍGUEZ

Bulnes, lunes 26 de julio de 2010:

Con el conocimiento de la cantidad de militantes que hay en los partidos políticos nos hemos llevado sorpresas, dentro de las cuales se observa que las cifras de militantes de los partidos no reflejan ninguna incidencia en las votaciones. Podemos ver que hay por ejemplo un partido político con varios miles de militantes, pero dentro de sus filas existe una casi nula representación. No hay una correlación entre el votante y el partido en si. En comunas especialmente el valor de la persona está por sobre la militancia del candidato, desconociendo los ideales forjadores del partido y optando por una figura política.

En un artículo escrito por Francisca Skoknic en CIPER, el 31 de Mayo de 2010, queda claro lo anterior ejemplificado con el caso del partido humanista (PH) y el del partido unión demócrata independiente (UDI), donde el número de militantes del PH es muy superior a nivel nacional en comparación al de la UDI, pero en cuanto a la cantidad y proporción de representación política, se invierten notablemente los roles.

La situación dentro de la alianza por Chile no es diferente a la realidad nacional, ya que la UDI es el partido más votado en las últimas elecciones parlamentarias, pero RN posee 12.276 militantes por sobre los de su aliado a nivel nacional, y en la octava región lo aventaja por 2 mil.

Esto nos indica claramente que el mayor peso de las decisiones dentro de una coalición se debate entre los partidos más grandes y los más fuertes electoralmente. Dentro de la concertación se dio por mucho tiempo un equilibrio, dado que la DC posee mayor número de militantes y votos, equilibrio levemente puesto en jaque debido a la aventura de José Antonio Gómez. En el caso de la alianza, el tema se hace complejo por la existencia de sólo dos partidos. Las cuotas de poder están constantemente en una balanza de tira y afloja, ya que ninguno de los dos posee el monopolio de ambas variables, y por ende la primacía total de uno sobre otro.

Resulta significativamente importante hacer notar que el punto de mayor relevancia dentro de las relaciones pasa por la capacidad de cada partido de ser competitivo electoralmente. Es precisamente este factor el que hace necesario que los partidos actúen de acuerdo al beneplácito de su correligionario, ya que el buen entendimiento es útil a la expansión y sobrevivencia. Prueba de ello es que se agrupan estratégicamente, por motivos de que las aventuras individuales en este sistema no son viables.

En nuestra ciudad no creo que la realidad diste demasiado del contexto nacional. Veamos el caso de la alianza y la concertación respectivamente.

Las futuras candidaturas que puedan surgir dentro de la alianza deben ser revisadas paralelamente por ambos partidos. El escenario es difícil dado que se ganó la alcaldía con un tercio contra dos pro concertación. Es imperioso que se logre una alineación para tener posibilidades de reelección. La razón es que la UDI comunal tuvo dos candidatos competitivos contra uno de RN -quién fue segunda mayoría-en la elección pasada, la diferencia que obtuvo RN por sobre la UDI fue de 212 votos solamente. El total sumado por el candidato a alcalde de la alianza es idéntico a la suma de los votos de los concejales de ambos partidos -diferencia minima de 158 votos-, lo que indica claramente un traspaso de preferencias o un voto duro. Además, se puede sumar el interesante detalle de que perfectamente podría surgir una carta alcaldicia de manos de la UDI, por la reciprocidad que debe haber y por los factores ya mencionados.

Revisando a la contraparte, la situación de la concertación no es diferente. La DC y el PS están representados y con amplia mayoría. El candidato DC fue el más votado y el PS poseía el cupo de alcalde y mantiene un concejal. Pero los liderazgos están dispersos, ya que uno de los elementos de peso optó por una aventura personal. De igual manera se da que dentro de los dos partidos fuertes hay figuras de trayectoria y apoyo popular, lo que podría desembocar en un posible debate por liderazgos. El PS con la figura de su ex alcalde y la DC, con el liderazgo de la figura de su concejal.