Bulnes, viernes 20 de agosto de 2010:
En la sesión de concejo municipal de ayer, el alcalde y sus concejales se dieron el gustito de la venganza en contra de la Junta de Vecinos 4-U "Manuel Bulnes".
Con motivo del terremoto y como informáramos en su oportunidad, la sede social con apenas algunos meses de ser construida, sufrió el desplazamiento de una de sus murallas y la destrucción de parte de los artefactos de los dos baños. La destrucción de los baños ocasionó la rotura de una cañería no visible al ojo humano, por lo que no fue detectada a tiempo y generó un sobreconsumo de agua de $ 81.950.
Como la Junta de Vecinos no cuenta con recursos y pende un corte del suministro de agua por parte de Essbió, solicitamos al alcalde que a través de Dideco nos asignara una subvención extraordinaria de $ 45.000 para cancelar el monto que Essbió nos solicita para reprogramar la deuda. Además confiados en que el terreno es de la Junta de Vecinos y el edificio de la municipalidad, por lo tanto es de propiedad mutua.
Pero el alcalde, no sabemos si de buena o mala fe, derivó la solicitud al concejo municipal y este en la sesión de ayer rechazó la subvención esgrimiento causales que no son de su incumbencia y de paso aprovechó de darse el gusto de la venganza por la defensa que hicimos del concejal Pacheco, que dicho sea de paso y como agradecimiento por haberlo defendido, el concejal Pacheco también votó en contra del otorgamiento de la subvención, demostrando con ello que sigue siendo el desleal de siempre aunque se disfrace de concejal.
Se negaron a entregar los $ 45,000 a nuestra Junta de Vecinos, pero sin embargo permiten que 300 sacos de cemento se pierdan guardados en una bodega por un valor de más de un millón de pesos; permiten que el municipio adquiera panderetas a $ 22,000 el metro cuadrado cuando en Bulnes no sobrepasa los doce mil pesos; permiten que los alimentos que el gobierno entregó para los damnificados por el terremoto sean guardados en bodegas y después sean entregados vencidos como la leche en el Liceo Santa Cruz de Larqui o las galletas que vencieron el 7 de agosto y del cual tenemos un paquete en nuestro poder; permiten que la pasarela de Rinconada de Coltón se construya sin seguir el plano original y también permiten que mediaguas sean entregadas a vecinos que no fueron afectados por el terremoto. Y eso que el estado les paga más de cuatrocientos cincuenta mil pesos mensuales para que fiscalicen.
Saldremos adelante y a contar de mañana pasaremos casa por casa a solicitar ayuda para cancelar la deuda, pero no les daremos el gusto de vernos vencidos. Eso jamás. Lo único que conseguiran es que los declaremos personas no gratas en nuestro sector.
Y una vez más debemos reconocer con mucho dolor, que en el gobierno comunal de Jorge Hidalgo jamás habría ocurrido algo así.