CARTAS AL DIRECTOR

Bulnes, viernes 25 de junio de 2010:

Buenas tardes Don Iván:

Junto con reiterar mi agradecimiento por las imágenes y noticias de Bulnes, como aquella de las “garzas chicas” que muy bien acotaba Macarena; la foto del reloj en la plaza, que alimenta la nostalgia… también saber que un profesor ganador como Carlos Fuentealba podrá trabajar con la Escuela de Fútbol o que los bandidos visitaron el ex INP, hoy IPS (Instituto de Previsión Social). Hay además otras: como la casa de Rosita Vallejos, a quien recuerdo, o el edificio de la Biblioteca, materias afines a las que debo apuntar:

1.- Sobre la casa de Rosita, tres afirmaciones.
- Su casa es de estructura de madera con tabiquería en adobe (Lo vimos en carta pasada).
- El sistema constructivo se basa en pilares de madera, píes derechos, sobre soleras de madera, afianzados con diagonales.
- Lo fundamental es que, los elementos estructurales estén en buen estado y que la casa no haya perdido su geometría (plomo y escuadra) esto es, verticalidad y cuadratura.
Revisado lo anterior, aconsejaría no demoler, una casa nueva ahí mismo costará a lo menos el doble que las reparaciones y construir demorará también el doble de tiempo. Mientras tanto, si tiene tejas, debe cambiarlas por una cubierta más liviana.

2.- Sobre el edificio de la ex Biblioteca, una conclusión.La imagen publicada me sorprende, porque resta meritos a quienes decidieron demoler; se observa en las caja de escalera dos grandes fracturas y el pilar de esquina cortado producto del esfuerzo sísmico y de la liberación de energía que debió asumir el edificio soportando el terremoto del 27 de febrero pasado. Herido pero no de muerte y, como el daño es arriba a nivel de segundo piso, fácil de reparar. No se observa colapso y daños mayores en el resto del volumen construido. Basta con demoler lo dañado y rehacer, en un sistema constructivo tan propio del pueblo como es la edificación de albañilería de ladrillos, reforzada con elementos de hormigón armado (Confinada).

A qué demoler ¡Si en Bulnes, hasta los niños son capaces de pegar ladrillos!

Cuando en Santiago también llueve, un abrazo, atentamente, Carlos Malvoa

NOTA DE LA REDACCIÓN: Hola Don Carlos, haremos llegar sus sugerencias a quienes corresponda.