Bulnes, domingo 6 de junio de 2010:
Justo en el instante en que Don Carlos Malvoa se encarama sobre una escalera para verificar una grieta sobre el arco izquierdo del ingreso al Templo, al frente, en un prado de la Plaza de Armas se posaba suavemente una Gaviota.
La vimos y nos causó extrañeza. Primero porque no somos zona de Gaviotas y segundo porque andaba sola. Salimos al exterior, cruzamos la calle y tratamos de fotografiarla, pero ella se dejó querer y jugó un poco con nosotros. Volaba de prado en prado y nos costó mucho obtener las fotografías que ilustran esta nota.
Sorpresivamente alzó el vuelo y se dirigió al sur sobrevolando la feria agropecuaria de calle Pinto.
Pensamos que nos trajo la buena nueva de que el Templo tiene reparación y que no es necesario demolerlo. Ese significado le damos porque justo en ese momento se revisaba una parte importante de la estructura y fue la que convenció a los arquitectos e ingenieros civiles que no había otra opción que la reparación.
Tarea para la casa. Cada lector puede formarse su propia teoría.
