Bulnes, jueves 10 de junio de 2010:
La modernidad también llegó a la Iglesia católica y es así que hoy podemos ver importantes símbolos del ayer, ya abandonados y reemplazados por elementos de última tecnología.
El campanario actualmente luce un moderno Carillón traido directamente de Italia que dejó obsoletas esas grandes y hermosas campanas que hace apenas unos pocos años, guardaron silencio ante la modernidad.
El antiguo órgano, ese que todos los más antiguos alguna vez vimos tocar en forma magistral por un Sacristán muy apreciado de años ha, hoy se encuentra guardado en una pieza, quizás molestando como todo lo viejo, según los más jóvenes. También fue reemplazado por órganos electrónicos japoneses de última generación. Claro que hoy el antiguo órgano también sufrió los embates del terremoto y no sería mala idea que fuera rescatado para donarlo al Museo.
Las imágenes de la Vírgen María y de San José Obrero que siempre vimos franqueando el Altar de la Parroquia, no fueron reemplazados, pero el terremoto les infligió graves daños que hoy se evalúa hacerles un funeral y enterrarlos en el patio del Taemplo, porque repararlos sale más caro que comprarlos nuevos.
La historia se escribe día a día porque los acontecimientos son tan rápidos y sorpresivos que apenas nos damos cuenta que existieron.
