Bulnes, domingo 2 de mayo de 2010:
Don Ivan: Me dirijo a Ud. nuevamente, porque al leer su artículo sobre la demolición de nuestra casa me produjo una enorme emoción. Primero porque, como dice Ud. que es toda una vida que hemos hecho en ella ya que fue heredada por mis padres y llegamos acá hace 35 años, después nos casamos con mi marido y formamos nuestra familia.
Aunque sabíamos y esperabamos que la demolieran igual duele, es como tener un enfermo terminal, uno sabe que se va a morir, pero cuando pasa nos embarga una enorme tristeza. Pero esto del terremoto nos ha servido para darnos cuenta que no estamos solos y que hay un montón de personas que nos aprecia y nos quiere. Son innumerables las personas amigas, conocidas, colegas de mi marido, que no las voy a nombrar porque puedo omitir algún nombre y sería muy injusto. Instituciones y organizaciones como el colegio de profesores a nivel provincial y comunal, a la agrupación de folcloristas de Bulnes que nos han visitados y ayudado en forma material y emocionalmente. Humildemente nos sentimos muy orgullosos y pensamos con mi marido "después de todo no pasamos desapercibidos por este mundo, hay gente que nos aprecia, y nuestros amigos nos quieren". Gracias don Iván por darse el tiempo de preocuparse por lo que le pasa a sus vecinos. GRACIAS, MIL GRACIAS A TODOS.
Olga Sandoval Cifuentes.